En Durango contamos con una nueva Ley del Notariado y su Reglamento, que moderniza y actualiza el marco normativo que regula el ejercicio de la fe pública en nuestro estado, que responde al interés de la sociedad y en el que los principios de legalidad y certeza contribuyen al fortalecimiento institucional, destacó Adrián Alanís Quiñones, secretario General de Gobierno.
Durante la inauguración del 33 Congreso Nacional del Notariado Mexicano, el Secretario General de Gobierno dijo que el Gobernador José Aispuro Torres, como hombre de leyes y conocedor de la práctica parlamentaria, instruyó desde el inicio de esta administración para que se llevaran a cabo los trabajos de la modernización de esta ley promulgada en 1974 y que ya representaba un lastre legal y volvía obsoletos los procedimientos legales y prácticas notariales.
Ante la presencia de Alberto Elías Beltrán, Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales en suplencia del Procurador General de la República Mexicana, expuso que la Ley del Notariado para el Estado de Durango, publicada 12 de abril en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, es el resultado de una consulta a notarios, académicos y juristas locales y nacionales, y del compromiso de los diputados del Congreso del Estado, que concibieron un nuevo marco normativo que contiene el espíritu y los elementos mínimos del Decálogo de Compromisos para el Notariado que el Presidente electo presentó, el 17 de mayo de 2018, con el fin de que los notarios mexicanos sean parte fundamental del Estado de Derecho.
El nuevo marco normativo, sin alterar los principios rectores de la función notarial, responde a la nueva dinámica social que estamos experimentando en nuestro país y a nivel internacional con una nueva actitud de servicio y el compromiso para adecuarnos a los nuevos paradigmas que regirán el futuro de nuestra sociedad, señaló.
Este Congreso es un escaparate invaluable para que el notariado mexicano se actualice en las nuevas prácticas notariales, es también una herramienta que estoy seguro, manifestó, dejará las mejores experiencias para los fedatarios que han acudido a ser partícipes de la evaluación del entorno en el que el notariado mexicano se encuentra y la proyección hacia un futuro inmediato, que debe atender la necesidad de establecer nuevas reglas de funcionamiento de la fe pública y de las reglas para acceder a las patentes de notario.
De esta manera, puntualizó Alanís Quiñones, es innegable el valor del notariado como institución jurídica y su papel en la formación y aplicación del orden normativo que regula la vida institucional de los mexicanos y es enorme la aportación del notario en la organización y entendimiento de todos aquellos procedimientos legales que tienen como fin la preservación preventiva de los derechos de las personas.